jueves, 16 de febrero de 2017

El tributo de la moneda

Comentario
El Tributo se ubica en el compartimento superior del lateral izquierdo de la capilla Brancacci. Se narra la llegada de Jesús con sus apóstoles a Cafarnaum, recogida en el Evangelio según San Mateo, en tres episodios dentro de la misma composición: en el centro contemplamos al recaudador solicitando el tributo a Cristo y éste indicando a Pedro que en el agua encontrará el dinero; en el fondo, a la izquierda, observamos a san Pedro sacando una moneda de la boca de un pez; y en la derecha el pago del tributo ante una construcción.
Las figuras del grupo principal se sitúan en un paisaje, formando casi un círculo y vestidas a la manera griega. Su monumentalismo está inspirado en las estatuas clásicas y en las obras de Donatello por las que Masaccio sentía especial admiración. Conviene destacar la expresividad de los rostros, que aportan una tremenda sensación de realismo, reforzada por los gestos. Al ubicar al recaudador de espaldas, el maestro intenta involucrarnos en la escena y hacernos partícipes del episodio. La luz inunda la composición, resaltando los colores empleados -que también sirven para dar efecto de perspectiva a la obra colocando los más cálidos en primer plano y los más fríos al fondo- y el efecto volumétrico de los personajes, interesándose Masaccio por la anatomía, como se observa en las piernas del recaudador mientras que los apóstoles ocultan sus cuerpos bajo pesadas túnicas. Incluso se puede afirmar que existe una cierta sensación atmosférica, desdibujando los contornos de la zona final. La arquitectura de la derecha es aún algo arcaica pero sirve para obtener perspectiva. Esta obra será de referencia para pintores de la siguiente generación como Paolo Ucello, Domenico Veneziano o Piero della Francesca. Respecto al significado que Masaccio pretende transmitir con este fresco existen diversas interpretaciones; se ha apreciado una referencia a la reforma tributaria que se produjo en Florencia durante el año 1427, que obligaba a declarar las rentas propias con la introducción del catastro; también se apuesta por una interpretación relacionada con el comercio marítimo de Florencia en la escena del hallazgo de la moneda, en clara alusión a Felice Brancacci, el patrono de la obra; otros especialistas consideran que se debe parangonar a san Pedro con el papa Martín V, cuya actividad se enfocó a la consolidación del poder de la Iglesia, refiriéndose concretamente al principio por el cual la Iglesia debe obtener el dinero para el pago de impuestos de fuentes ajenas a su entorno; también se ha planteado la historia como la redención a través de la Iglesia dentro de un significado eminentemente religioso. La crítica ha querido ver en la segunda figura de la derecha en el grupo central un retrato de Felice Brancacci, por lo que sería lógico pensar que el significado estaría en relación con el comitente.

ANÁLISIS
   
  Descripción iconográfica
   Ante   la pregunta de si hay que pagar tributos al César responde Cristo  “dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”  En la imagen a la derecha un recaudador reclama el impuesto, En el centro donde se halla Jesús manda a PEDRO que cumpla la obligación, recogiendo el óbolo de la boca de un pez (el milagro) y luego entregándoselo al recaudador.  
          
    Análisis formal   
     En el cuadro se observan las siguientes características: 
             La  composicíón es cerrada y simétrica .
        El punto de tensión se situa en el centro  y no en el milagro de extraer el óbolo del pez. 
             En el centro donde Cristo  ocupa el lugar principal ,jerarquía,y los díscipulos compositivamente forman un círculo  es donde donde parece se entabla una discusión que se zanja con la decisión de Cristo de cumplir con su obligación cívica.
            Una  línea horizontal que pasara por las cabezas de las figuras del centro que parecen tener isocefalía dividiria el cuadro en dos partes: la zona inferior donde transcurre el milagro y la superior el cielo. Cristo no es de mayor tamaño pero si existe jerarquía pues se encuentra  ocupando el lugar central.
        
  Gran importancia del dibujo que delimita los colores y aisla a las figuras del paisaje .
     
      Las figuras tienen gran volumen o corporeidad , casi escultóricas. Este volumen se consigue mediante gradaciones tonales o clarooscuro efecto de la diferente iluminación zonas con color zonas con sombras.  La misma luz incide especialmente en el rostro de Jesús. 
     
   La acción se ubica dentro de un marco paisaje y arquitectura con predominio de colores fríos. El paisaje  es  desértico    y recuerda a GIOTTO.  
      
    Se logra la profundidad mediante  perspectiva lineal, las lineas o punto de fuga van a coincidir en Jesús. También contribuyen a la profundidad los colores fríos  y difuminados  del paisaje del fondo  precedente de la perspectiva aérea.
       
La escena  tiene ritmo, la escena tiene vida gracias a las diferentes actitudes en la discusión, y  sobre todo el ritmo de los brazos, el brazo de Jesús marca la acción hacia el río, mientras que la arquitectura remarca la acción de Pedro entregando el óbolo al recaudador.
  
     Pedro aparece tres veces  a la derecha, en el centro y en el río  
  
   CONTEXTO, FUNCIÓN, SIGNIFICADOS, EL AUTOR
     
       La obra  se sitúa en Florencia, ciudad en la que el comercio, la banca y la artesanía hace prosperar a una burguesía que convierte en mecenas  de intelectuales y artistas.  La familia Brancacci se había enriquecido con el comercio de la seda, siendo Felipe Brancacci  uno de los primeros cónsules del mar y también embajador en Egipto. Sin embargo tuvo que huir de Florencia al subir el poder la familia  más importante y conocida de Florencia: la familia   Médicis
     En este ambiente renace  la cultura humanista y antropocéntrica  que recupera la dignidad del hombre y   el interés por la naturaleza, al mismo tiempo que mira al mundo clásico no para imitar sino como modelo de belleza, armonía, proporción 
     La difusión de  esta  cultura  fue posible gracias a la  invención de la imprenta de Gutenberg (1448), y el mecenazgo de la clase burguesa,  también la iglesia  y sobre todo los Papas que ejercerán de Mecenas sobre todo en el siglo XVI.
        La consideración de algunos artistas aumenta aunque siguen dependiendo de su cliente y mecenas. Algunos de ellos teorizan, escriben libros  o se interesan por muchas facetas como Leonardo da Vinci, ejemplo significativo  de la curiosidad del intelectual.