El llamado periodo severo corresponde
a la primera mitad del siglo V a. C.
Históricamente
corresponde al periodo posterior a las Guerras
Médicas en el que se unen la destrucción de los santuarios y
monumentos arcaicos y una fase de optimismo social y económico.
En
este proceso la escultura evoluciona a formas más naturalistas que las que hemos visto en época arcaica (aunque
sin perder nunca la idealización).
El
auriga que hoy conservamos formaba pare de un monumento mucho más
amplio que incluía carro, caballos y un esclavo del que se han recuperado
fragmentos, suponiéndose que podría ser así.
La
presencia del carro eliminaría la desproporción que observamos hoy en la
escultura, con una piernas excesivamente
alargadas que en su origen no se verían y que le servirían a la escultura para
destacar sobre el conjunto (de la misma manera, apenas serían visibles
gran parte de los pliegues de la parte inferior, tratados con menor interés).
La
escultura estaría dedicada al tirano Polyzelos de Gela en la carrera de
cuadrigas de los Juegos Píticos (celebrados en honor de Apolo en
Delfos)
Técnicamente
es uno de los pocos originales en bronce que conocemos del periodo
griego (un material mucho más abundante que el mármol),fundido en
piezas que luego se ensamblaban y policromaban en parte.
Las
novedades que aporta la obra son varias.
Por
una parte encontramos un interés por romper la estricta simetría de los
pliegues (sobre todo en la zona de los hombros)
También
se intenta un tosco contraposto rompiendo la frontalidad estricta al
girar la parte superior del cuerpo frente a la inferior (fijaros en los pies)
Lo
más logrado de toda la escultura es el rostro (con postizos en
pestañas y ojos y restos de policromía). Su modelado es suave y
delicado aunque el pelo aún apenas se encuentra desarrollado
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