sábado, 24 de septiembre de 2016

El auriga de Delfos (2)





 
El llamado periodo severo corresponde a la primera mitad  del siglo V a. C.

Históricamente corresponde al periodo posterior a las Guerras Médicas en el que se unen la destrucción de los santuarios y monumentos arcaicos y una fase de optimismo social y económico.


En este proceso la escultura evoluciona a formas más naturalistas que las que hemos visto en época arcaica (aunque sin perder nunca la idealización).
El auriga que hoy conservamos formaba pare de un monumento mucho más amplio que incluía carro, caballos y un esclavo del que se han recuperado fragmentos, suponiéndose que podría ser así.













La presencia del carro eliminaría la desproporción que observamos hoy en la escultura, con una piernas excesivamente alargadas que en su origen no se verían y que le servirían a la escultura para destacar sobre el conjunto (de la misma manera, apenas serían visibles gran parte de los pliegues de la parte inferior, tratados con menor interés).

La escultura estaría dedicada al tirano Polyzelos de Gela en la carrera de cuadrigas de los Juegos Píticos (celebrados en honor de Apolo en Delfos)


Técnicamente es uno de los pocos originales en bronce que conocemos del periodo griego (un material mucho más abundante que el mármol),fundido en piezas que luego se ensamblaban y policromaban en parte.


Las novedades que aporta la obra son varias.
Por una parte encontramos un interés por romper la estricta simetría de los pliegues (sobre todo en la zona de los hombros)

 
También se intenta un tosco contraposto rompiendo la frontalidad estricta al girar la parte superior del cuerpo frente a la inferior (fijaros en los pies)


Lo más logrado de toda la escultura es el rostro (con postizos en pestañas y ojos y restos de policromía). Su modelado es suave y delicado aunque el pelo aún apenas se encuentra desarrollado



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